lunes, 25 de diciembre de 2006

días de fin de año

inauguro mi blog con opiniones de estos días de fin de año. según el national geografic no llegamos ni al 33% los que nos ponemos a celebrar el inicio de año el primero de enero, y supongo, que por cuestiones de religión, no somos todos los que celebramos la navidad. pero bueno, venga a los que sí celebramos por estos días.

el punto de estos días finales del año, aparte de las celebraciones eufóricas, el desasosiego generalizado (salvo del momento en que compramos regalos con el dinero estirado, sudado y resucitado), las grandes ventas de alcohol, pavos, panetones, chocolates y regalos, aparte de todo ello, es que se nos suaviza también colectivamente el alma. quizá es la parte más provechosa para una especie tan diligente y abstraída en proyectos personales, la de poder mirar al otro, por lo menos a los más cercanos, y reconocer algo de sentimiento, ojo, no sentimentalismo, en los demás y en uno mismo. preocupación, rezago de culpa acumulada en algún stock del alma, sea como fuese nos ablandamos.

ablandamos. es una palabra que no me gusta poner para este contexto, pero seamos francos, hay algo de eso en todo este proceso de los últimos días de años. nos separamos un poco de nuestra mirada hacia lo nuestro y ablandamos la dureza de esa coraza de todos los días que no nos deja ver que hay personas menos afortunadas, o más afortunadas que nosotros.

por ello, aunque no sea un tradicionalista, creo que podemos admitir que en estos últimos días del año estas tradiciones en las que actuamos casi automáticamente son, en el mejor de los casos, motivos para compartir, y ver más alláde nuestros hombros. salud, por ello, con champagne, vino o lo que fuese, salud por todos nosotros.

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