Pobrecito Fujimori

Después de unos días inolvidables, alejado de la información a mil por hora, me doy con la sorpresa de titulares en los diarios y de las estadísticas de CPI que demuestra una vez más la maravilla de la libertad de opinión.

¿¡Cómo se atreve entonces Beto Ortiz a arremeter contra el pobrecito de Fujimori? Parece que no se da cuenta de lo sacrificado que ha sido la vida nuestro ex-presidente importado. De lo entregado que fue a nuestra causa nacional, de su tenacidad para resistir desde Japón a punta de faxes (¿alguien sabe dónde encontrar su brillante discurso de despedida?) y videos web. ¿Cómo se atreven algunos periodistas de bajo nivel a decir algo? ¿Cómo se atreve un blog "sub-media" como Utero a poner tantas barbaridades contra nuestro chino?

Es que no entiendo. A ver los hubiese querido ver siendo presidente entonces. ¿Cómo se pueden quejar por unos cuantos muertitos? ¿Acaso alguien vio alguna vez a nuestro sabio Inca-Samurai matar a alguien? Yo feliz hubiese muerto por mi país si hubiese tenido pinta de terruco... total la culpa es mía pues! Además, un presidente lo vale, no? Hay que pensar bien las cosas pues, una persona cualquiera, es una persona cualquiera, un presidente, es un presidente, y el Chino, es el Chino!! Hay que poner las cosas en su sitio, estos igualados.

Pobrecito Fujimori. ¿Cómo no vamos a tener pena? ¿Cómo lo odian tanto a nuestro Chino? Eso no es justicia señores, a Alan normalón lo perdonan, a Belaúnde Terry es un santo, par de peleles, y a nuestro Chino lo condenan? Mal, ¿dónde estamos?

Por eso le inculcaré a mis hijos que me tienen que admirar. Que mi mano dura siempre estará justificada. Que si me ven trampeando por lo bajo será siempre necesario por el bien de nuestra familia. Que hay que controlar a todos por las buenas o las malas porque yo siempre los querré cuidar. Que tienen que hablar siempre bien de mí, que si se portan mal (o hacen algo que simplemente no me parece) los castigaré. Que tengo que buscar socios que tengan también mucho poder, todo queda en familia finalmente. Que los amigos sólo son buenos si nos son útiles. Y que claro, toda esa dinastía, o herencia será para ellos pues, o sea que chitón hasta que me muera. Soy la cabeza de la familia, el único que piensa y deben obedecer.

Pobrecito nuestro Fujimori. Pero nuestro país es grande y sabemos perdonar.

Una maravilla la libertad de opinión, ¿cierto?