miércoles, 8 de abril de 2009

Santa semana



la semana está movida. terremoto en italia. sentencia a fujimori. 60 000 vehículos estimados dirigidos hacia las playas del sur. conversaciones emocionadísimas sobre planes para la semana. pareciera que la reflexión está difícil de darse en esta semana de origen espiritual.

quienes aún recordamos nuestros años de cuando nos quedábamos viendo los dibujos inocentes de buen mensaje y las películas larguísimas en nuestras casas mientras observábamos a nuestros padres contentos y apacibles (porque no sabíamos que realmente ufff al fin tenían algo de descanso). quienes aún recordamos eso, teníamos la sensación de que la vida era bonita en muchos sentidos y que ese flaco sufriente y de barbas largas era un tipo muy bueno.

por eso, quizá secretamente, orábamos con una fe que refulgía una magia que llenaba nuestro espacio. o quizá nuestros padres, o abuelos nos obligaban a orar contritamente pero en el fondo, no costaba mucho luego de que de verdad dedicáramos unos minutos a este ejercicio espiritual.

ahora, no hay tiempo porque hay planes porque no hay tiempo luego. si no nos recompensamos ahora, no lo podremos hacer nunca. al menos eso creemos. y tal vez sea cierto en parte, nos lo merecemos, no tenemos tiempo para hacer algo realmente para nosotros. u otros prefieren entregarse más ávidamente al trabajo para sentirse más útiles y tener mejores resultados, porque no hay tiempo que perder. y tal vez también sea cierto, una hormiga no descansa nunca y su cosecha es mayor aunque una hormiga es frágil, sola.

como sea, no tenemos tiempo que perder ya sea para premiarnos, o para seguir produciendo.

y en esta semana Santa, quizá ese flaco y viejo ícono que nos hacía sentir tan bien cuando conversábamos con El y disfrutábamos de algo tan sencillo como entregarnos a la imaginación y las buenas acciones (aunque fuesen días), nos mira como justificamos nuestro tiempo en el mundo real. cuando en realidad, el mundo real necesita de que la gente mayor tenga más momentos como aquellos. como cuando éramos niños.

No hay comentarios: